El próximo sábado, a las 16:30 en cancha de Central Norte, Atlético y San Martín se verán las caras en la gran final del campeonato femenino de la Liga Tucumana. El equipo Decano, entonado, llega con la presión y la chapa de haber ganado los últimos dos títulos, y con un objetivo bien claro: conseguir el tri.

Al margen de lo que pase en la cancha, bien vale destacar lo que pasa afuera, en el día a día, en las prácticas, en la vida de cada una de las jugadoras, en su sacrificio de cada hora. 

"Tenemos un grupo humano que es hermoso, somos muy unidas, y nos hacemos el aguante en todas. Muchas chicas vienen desde muy lejos a entrenar, pero dejan todo en cada práctica y en cada partido", la que alza la bandera en nombre del equipo es Dani Escasena, la 9, la goleadora, la capitana y referente.

A los 27 años, el fútbol la encuentra en su mejor momento, soñando despierta. "Atlético es el club de toda mi familia, de toda mi vida, poder defender este escudo es algo imposible de describir con palabras, es un orgullo inmenso", dice con el pecho inflado.
 

El camino a la final

Tras una muy buena primera ronda, el equipo clasificó a cuartos de final y se encontró con una complicación. "Llegamos a la provincia un martes a la madrugada, tras haber jugado un torneo en Salta. Ese mismo día, a la siesta, ya teníamos que jugar la ida de cuartos. Estábamos fundidas, desconcentradas además, y perdimos 2 a 0", recuerda Escasena.

En la vuelta, sin embargo, el equipo logró reponerse. Ganó 2 a 0, y pasó a semifinales al ganar la definición por penales. 

En esa instancia chocó con San Jorge, en una serie apasionante y muy pareja. La ida terminó 2 a 2, y la revancha fue 3 a 2 para Atlético, que consiguió así el pasaje a la gran final. 

Y en todo el proceso, al igual que en los últimos años, hubo un jugador que fue fundamental: Papá Escasena. "Mi viejo me acompaña siempre, y es un poco el papá de todas, está pendiente de cada una, de que no nos falte nada. Ya me estuvo diciendo que el viernes va a llamar a un par para controlar que se queden en casa, parece que hay algunas a las que no le tiene mucha fe", dice Daniela con una carcajada.

Y así, con ese clima y esa alegría, se despide del sitio oficial para seguir adelante con su concentración. "Ojalá se nos de, tenemos mucha fe y sabemos que va a ir mucha gente a alentarnos. Va a ser hermoso, no veo las horas que sea sábado".