El 27 de septiembre de 1902, en una casona ubicada en lo que actualmente se conoce como calle Virgen de la Merced 139, se fundó el Club Atlético Tucumán, la institución deportiva y social más antigua, grande y trascendente del Noroeste argentino.
En aquella noche primaveral de principio de siglo, entre los fundadores resonó un grito de festejo que hasta el presente acompaña y representa a nuestros seguidores: "Arriba los corazones".
El acta fundacional fue firmada por Agenor Albornoz (quién fue nombrado primer presidente), junto a José Fierro, Tomás Barber, Manuel Pérez y Federico Rossi.
Menos de un año después, el 9 de julio de 1903, nuestro equipo saltó al campo de juego para disputar un partido ante el Club Salteño, y lo hizo luciendo una camiseta blanca con bastones verticales de color celeste, emulando los colores patrios, como un homenaje por el día de la Independencia.
De esa manera, el Club Atlético Tucumán se convertía en el primer equipo argentino en utilizar una camiseta con esos colores y diseño, incluso antes que la Selección Nacional.
Las actuaciones en las competencias provinciales de aquellos años, encontraron a nuestro club siempre protagonista de la pelea por los mayores logros deportivos. Por esos tiempos, el Decano comenzó a llenarse de gloria, alzándose con la mayoría de las copas en juego. La más importante fue la copa Centenario obtenida tras vencer a San Martín en la final en 1916.
Después de pasar los primeros años de su existencia jugando como local en el gimnasio 24 de septiembre, el domingo 21 de mayo de 1922 el Club Atlético Tucumán inauguró su estadio emplazado en la mítica esquina de 25 de Mayo y Chile.
Actualmente llamado "Monumental José Fierro", su primera denominación fue "Grand Stadium", por sus imponentes dimensiones, inéditas para la época en esta parte del país.
Se trataba del primer estadio del norte del país que contaba con una tribuna techada y de cemento, y para la jornada inaugural el equipo "Decano" disputó un partido amistoso con Racing Club de Avellaneda. El resultado de aquel encuentro fue 1 a 1.
Las décadas de 1920, 1930 y 1940 fueron de importantes conquistas deportivos, como la exitosa e inédita gira por Bolivia y Perú durante dos meses a fines de 1929. En esa época, además, se produce la consolidación institucional, la construcción de canchas de tenis, pileta de natación y otras dependencias en el predio adyacente al estadio, además del nacimiento de figuras futbolísticas que pasearon su talento por clubes del país, el exterior y en la selección Nacional. Entre ellos se destacan Donato Penella, Leónidas Val Gelderen y Carlos “Caraigallo" Martínez.
Entre 1919 y 1976, años en los que nuestra institución compitió en la desaparecida Federación de Fútbol de Tucumán, Atlético fue el club que más lauros cosechó ganando 21 campeonatos anuales, 8 competencias y 13 torneos de Honor. El resultado de esta sumatoria no deja discusión: en 57 años de existencia, el Deca consiguió la impresionante marca de 42 campeonatos ganados.
En la década del 50 comenzó una serie inigualable de títulos que en la actualidad sigue siendo récord para n el fútbol argentino. En Tucumán, Atlético fue campeón anual durante ocho años de manera consecutiva, entre los 1957 y 1964.
Pero la década del 60 no pudo comenzar mejor. El 30 de enero de 1960, Atlético Tucumán logra el que sería durante muchos años el éxito más grande de su historia: dirigidos por don Roberto Santillán, nuestro equipo se consagra campeón Argentino de campeones, tras una recordada final que se definió por tiros desde el punto penal, en la ciudad bonaerense de Tres Arroyos. En aquella época, la tanda de penales tenía un solo ejecutante por cada equipo, y el delantero Martín Canseco, de Atlético, consiguió marcar sus cinco remates y condujo al equipo a la gloria máxima. El regreso de aquella delegación a la provincia marcó una de las mayores fiestas populares y espontáneas de la historia de la provincia. Aseguran las crónicas de la época que más de 100 mil tucumanos salieron a las calles a recibir a los campeones.
En 1973, Atlético juega por primera vez un Torneo Nacional de Primera División, realizando una muy buena campaña. En los años siguientes, el Decano sería un habitual partícipe de esta competición. En 1979, Atlético realiza la mejor actuación de un equipo tucumano en torneos de primera división, llegando a semifinales y terminado en tercera posición, detrás del campeón River Plate y el subcampeón Unión de Santa Fe.
En 1986 el fútbol argentino protagonizó una reestructuración, y nuestro equipo consigue el ascenso al Nacional B, categoría en la que militó de manera interrumpida hasta 2002, año en el que se produjo el descenso al Argentino A, tercera división de nuestro país.
Tras seis años compitiendo en ese campeonato, Atlético logra regresar al Nacional B en 2008, de la mano de un imparable equipo conducido por Jorge Solari. Y tan solo un año después, ya con Héctor Rivoira de entrenador, el equipo consigue el ascenso a la máxima categoría del fútbol argentino, para volver a protagonizar batallas épicas con los grandes equipos del país.
En 2010 Atlético baja nuevamente al Nacional, donde permanece durante cinco temporadas. En 2015 y luego de una histórica campaña, el equipo que conducía Juan Manuel Azconzábal consigue regresar a nuestra institución a la élite. En los años posteriores, Atlético no haría otra cosa más que dejar la vara más alta que nunca, consiguiendo los mayores logros de la historia deportiva de todo el Norte Argentino.
El equipo clasificó en dos años consecutivos a la Copa Libertadores de América, viviendo momentos épicos y únicos a lo largo de sus participaciones, eliminando a poderosos equipos sudamericanos como Atlético Nacional de Colombia o Peñarol de Montevieo, y consiguiendo verdaderas epopeyas como la hazaña de Quito y la de La Paz.
En este período, no menor es la importancia de las conquistas a nivel nacional, donde Atlético consigue también algo inédito para Tucumán, al permanecer durante cuatro temporadas consecutivas en primera división (anteriormente, nunca un equipo tucumano había logrado una permanencia).
De la mano del crecimiento deportivo, los últimos años estuvieron marcados por un notable salto en lo institucional y edilicio para nuestra institución. Diversas obras de mejoras y ampliación en el estadio y el complejo, más la compra de un nuevo predio para la instalación de un centro de entrenamiento para las divisiones inferiores, nos muestran como un club moderno y pujante, capaz de sobreponerse a las adversidades.
A lo largo de estos años, hemos dejado siempre en alto el nombre de nuestra provincia, a la que representamos con hidalguía en cada lugar en el que nos toca presentarnos. Por todo eso es que podemos asegurar, sin temor a equivocarnos, que desde 1902, somos Tucumán.